Ayer fue titular en el Camp Nou, Ansu Fati, el que sin duda para muchos es la aparición más bestia en el primer equipo desde la llegada de Leo Messi. Con tan sólo 16 años, 10 meses y 13 días, se convirtió en el jugador más joven de la historia de la Liga en marcar un gol y dar una asistencia en siete minutos. El estadio enloqueció con la exhibición que dio el joven canterano, ante la atenta mirada de su padre, Bori, que orgulloso, observaba desde la grada la historia que sigue escribiendo su hijo.

No sólo siguió mostrando su gran calidad en el regate, cada vez que recibía el balón, Ansu Fati daba sensación de peligro. A todos les gustó el gran partido que hizo, con detalles de todo tipo. Desde las situaciones de ataque que creó, hasta los balones recuperados para salir a la contra, pasando por un gorro que le hizo a Wass que hizo estallar de admiración a la grada. Tal fue la admiración y expectación creadas, que cuando Fati fue sustituido en la segunda mitad por Luis Suárez, todo el Camp Nou se puso en pie y le despidió con una impresionante ovación acompañada de cánticos con su nombre.

Al acabar el partido, Ernesto Valverde dijo que: “es un jugador que tiene algo especial. Para su edad destaca su madurez sobre el campo. Es lo que nos muestra en los entrenamientos y en el terreno de juego, y lo de hoy fue exagerado: marca un gol, da una asistencia y casi mete otro”.

No obstante el míster advirtió que hay que ser muy inteligentes a la hora de gestionar el asunto de Fati, asegurando que hay que esperar y estar tranquilos. El fenómeno y la explosión de Ansu Fati es una realidad. El aficionado culé puede estar tranquilo, ha surgido un futbolista con un gran futuro por delante.

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